Una gestión multicultural
Mi experiencia en el deporte comenzó a los 9 años cuando experimenté por 12 años ser atleta casi a tiempo completo, a los 17 años me convertí en entrenadora de la disciplina de la natación artística y a los 19 obtuve una beca universitaria como nadadora. A los 24 me convertí en entrenadora nacional y a los 27 empecé a ser jueza de la disciplina. Como atleta y entrenadora veía constantes cambios en grupos técnicos que afectan el rendimiento deportivo de mi equipo...me preguntaba por qué hacían las cosas de otra forma…y al final todos terminábamos frustrados y sin motivación.
Sin embargo, mis años en el deporte calaron tan hondo en mi ser que nació una necesidad de perseverar hasta lograr un objetivo de armonía, resilencia, esperanza ... así nació mi Fe en el deporte. En vez de ver un problema vi una oportunidad de contribuir en la gestión deportiva desde la perspectiva de las comunicaciones. Así que empecé mi travesía. Tuve la oportunidad de ser presidenta de la Liga Master de Natación, de trabajar como voluntario en eventos deportivos hasta llegar a presidir el Comité Técnico de la Natación Artística. Terminé mis estudios de maestría en comunicaciones con especialidad en relaciones públicas, y desde hace 14 años público mi blog Relacionistas Deportivos basado en mi tesis Un Plan de Comunicación para un Relacionista Deportivo.
Comencemos.
Todos sabemos que el deporte es potencialmente un catalizador para combatir un gran número de issues sociales como el aburrimiento, la violencia, las malas actitudes, la ineficiencia, el estrés, la lucha contra la droga y el alcohol.
La gestión exitosa de una organización deportiva está en conseguir armonía entre los diferentes tipos de pensamientos, influencias, educación, tradiciones, costumbres y objetivos que componen los diferentes públicos.
Como relacionistas deportivos nuestra base de trabajo para diseñar estrategias está en cómo decir las cosas. Nuestra misión es poner toda la comunidad deportiva a trabajar en sus especialidades con el fin de alcanzar objetivos encaminados al logro total de un plan de trabajo consistente.
Cuando tenemos recursos especialistas suficientes para alcanzar objetivos; como por ejemplo masificar la disciplina; correr eventos con la cantidad de voluntariado necesario; definir presupuesto para la educación continua de los entrenadores; resultados paulatinos de nivel técnico en aumento o que las funciones claves reciban un sueldo para dedicar su trabajo a tiempo completo, es definitivamente una señal de efectividad y eficiencia.
Ahora bien, para alcanzar estos objetivos mencionados tienen que haberse acompañado con un plan de comunicación junto con la gerencia. De lo contrario, no valdrá de nada todos los esfuerzos que buscan cumplir con estos objetivos (si es que hay) y obtener resultados (si es que se definieron).
Como comunicadores, una de las tareas principales y constantes lo es la investigación de campo. La data recopilada de lo grupos - como sus comentarios y opiniones- se deben exponer analizadas en perspectiva frente a las visiones y expectativas de la alta gerencia. Con la intención de cumplir con decisiones estratégicas que sean justas manteniendo una visión solidaria y fundamentada en esas prioridades que la disciplina necesita.
Cuando agenciamos esas decisiones se añade un “valor trascendental” al ambiente de trabajo porque de esta forma se busca sobrepasar diferencias a través del respeto y entendimiento de pensamiento.
Nuestro trabajo es alinearlos para que todos caminen hacia la misma dirección eliminado posibles caminos que solo benefician a unos y no construyen un futuro sólido.
Cuando no se consideran las decisiones a través de un especialista en comunicación, solo se habrá logrado el 50% de la eficiencia de una organización y eso siempre se verá obstaculizado en el desarrollo deportivo. Lo que traerá un plan deficiente que solo logrará metas a corto plazo y no a largo plazo. Al final, no se logra masificar, elevar y mantener el deporte… solo sobrevive.
Hay tres fundamentos de comunicación estratégica claves en la gerencia deportiva que permiten que los planes de trabajo fluyan y obtengan el apoyo de los públicos que lo componen.
Primer fundamento: Un buen negocio es el resultado del manejo correcto y adecuado de los recursos disponibles, en donde se obtiene como resultado un impacto económico positivo para las partes involucradas. El deporte es un negocio y como tal, hay que, estratégicamente, conocer la dinámica de sus oportunidades, ventajas y desventajas para saber administrar y establecer los objetivos claramente.
Segundo fundamento: Los medios de comunicación son esenciales para el deporte y son responsables de informar, orientar y adiestrar al público en cuanto al deporte se refiere. El apogeo, glorificación y la prosperidad del deporte se logra a través de la comunicación.
Tercer fundamento: Las familias funcionan como instituciones educativas para la formación de las personas.
Pudiéramos decir que las escuelas y el gobierno tienen sus programas de educación física, deporte y recreación, con la intención de exponer un ejemplo o experiencia de lo que representa calidad de vida. Pero más que eso, el deporte potencialmente, forma parte de una base educativa porque provee al individuo las capacidades para su desarrollo en la vida en armonía con su alrededor…en fin funcionar como adulto responsable.
Un país que desee grandes deportistas necesita ser administrado por un equipo de trabajo completo que pueda sembrar y cultivar las buenas relaciones entre sus públicos. Nuestro equipo puede ayudarte a mejorar la comunicación de una forma estratégica que asegure que los planes de trabajo se ejecuten en apoyo, en un ambiente saludable y sobretodo ser un espacio donde las familias puedan confiar en el desarrollo de sus hijos como una herramienta para combatir los problemas sociales. Soy Zuly García y estoy lista para crear contigo un equipo ganador.
Si te gustó dale share, y pendiente a nuestros próximos temas.